La puesta en funcionamiento en Barcelona de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que prohíbe la circulación de los vehículos más contaminantes por el interior de la ciudad, ha permitido eliminar un total de 609.000 desplazamientos de esta tipología de coches, lo que supone el 40% del parque circulante más contaminante, y en consecuencia, reducir en un 11%, tal y como el consistorio se había propuesto inicialmente, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en la capital catalana.
Se han evitado, gracias a esta mejora de la calidad del aire directamente relacionada con el tráfico, 125 muertes al año vinculadas a la polución (el 0,8% de la mortalidad anual, ha indicado este lunes la regidora de Salut, Gemma Tarafa). Así como 110 casos nuevos al año de asma infantil (el 5% del total de la ciudad) y el 1% de nuevos casos de cáncer de pulmón (15 diagnósticos anuales).
a ZBE entró en vigor el pasado 1 de enero de 2020, tres meses antes de la aparición de la pandemia, y el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado ahora las primeras conclusiones sobre su implantación en un momento en el que la crisis sanitaria se encuentra a la baja tras dos años de afectación y de restricciones a la movilidad.
Eloi Badia, regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica, ha explicado este lunes en rueda de prensa que la implantación de la ZBE «ha conseguido los objetivos que se perseguían inicialmente» y que, sobre el terreno, ha supuesto una reducción media de 4,1 microgramos por metro cúbico de NO2 y de hasta 8,6 microgramos en la estación del Eixample.
No obstante, la circulación de tráfico rodado por la ciudad no se ha visto disminuida. Por contra, a día de hoy, Barcelona registra un volumen «muy parecido» a justo antes de la pandemia, ha indicado Badia.
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Desde la puesta en funcionamiento de la ZBE del ámbito de Barcelona se han impuesto 70.000 multas por saltarse las limitaciones para vehículos contaminantes, 4.500 de ellas solamente en el pasado mes de diciembre
Solo quedan un 4% de vehículos sin etiqueta ambiental
Comparado con el año 2017, en enero de este año los vehículos sin etiqueta han pasado del 20% al 4%, y el porcentaje caerá más a partir de julio, cuando desaparecerá la última moratoria activa. En este 4% entran los camiones para los que ha acabado la moratoria, pero cuyos propietarios han firmado una declaración responsable con la que se comprometen a la compra de un nuevo vehículo en un plazo de entre seis y ocho meses.
También las autorizaciones diarias o registros para circular por motivos justificados como mudanzas o participación en ferias. Barcelona tiene registrados un total de 26.684 vehículos que disponen de 10 autorizaciones al año para circular sin etiqueta dentro de la zona de bajas emisiones de la ciudad. No obstante, según el regidor Badia, solo se usan dichos permisos 3,27 veces de media al año.
Hasta el mes de julio, además, estará vigente la moratoria para autocares y vehículos de transporte colectivo, que suponen un 2% del parque circulante.
Desde la puesta en funcionamiento de la ZBE del ámbito de Barcelona se han impuesto 70.000 multas por saltarse las limitaciones para vehículos contaminantes (69.145 expedientes cerrados, es decir, ya pagados, a fecha de diciembre de 2021), 4.500 de ellas sanciones se registraron solo en el pasado mes de diciembre. En el primer mes de implantación de la ZBE (enero de 2020) se multaron a 1.500 vehículos.
13.285 tarjetas verdes registradas a cambio de desguazar el coche
Otra de las medidas encaminadas a retirar parque obsoleto de las calles de Barcelona, la tarjeta verde para que las personas que se comprometen a desguazar un vehículo puedan pasarse al transporte público de manera gratuita durante tres años, ha conseguido 13.285 adhesiones, en cálculos del Ayuntamiento.
Aún sin fecha para las etiquetas amarillas
Los vehículos que disponen de la etiqueta medioambiental amarilla de la Dirección General de Tráfico (DGT) seguirán, de momento, circulando este año por el interior de la ZBE de Barcelona. Y no hay una fecha concreta de retirada. Se trata de los coches diesel matriculados entre 2006 y 2013 y los de gasolina matriculados entre 2001 y 2005 (un 20% del parque móvil de la ciudad).
El Ayuntamiento está debatiendo con el sector y con las administraciones en un calendario (aún sin fechas concretas fijadas) de prohibición de circulación. Los vehículos Euro 4, sobre todo los Diesel, «siguen teniendo todavía un peso importante en la contaminación del aire», ha indicado Badia. También está aún «por ver», el impacto que ha supuesto la eliminación de los peajes de las autopistas en Cataluña, y que «podría estar fomentando el uso del coche privado», ha detallado el regidor.
Queda todavía pendiente el estudio económico o jurídico en profundidad sobre la conveniencia o no de habilitar un peaje para acceder en vehículo al centro de la ciudad o bien cobrar una ‘tasa Amazon’ a los vehículos de reparto de paquetería, un análisis que está paralizado dada «la situación tan incierta» que se vive internacionalmente, ha dicho el consistorio este lunes. La evolución creciente de este tipo de distribución de comercio electrónico tendrá peso en el debate futuro sobre estas cuestiones.