La ciudad cerró 2021 dentro de los límites legales, a excepción del último trimestre
La contaminación en Barcelona por partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno (NO2) causada en buena parte por el tráfico, llega a triplicar los nuevos valores de referencia de calidad del aire fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El informe de 2021 del portal contaminació.barcelona alerta de que la ciudad cerró el año superando ampliamente los nuevos umbrales respecto a las partículas en suspensión PM10. Las mediciones mostraron valores entre un 141% y un 158% superiores a los nuevos valores de referencia, en función de si se miden con estaciones más o menos próximas al tráfico. En dióxido de nitrógeno, los valores medios del año más que duplican los nuevos límites en estaciones de fondo (222%) y los triplican en las que están próximas al tráfico (344%).
En septiembre pasado, y ante las evidencias científicas sobre el impacto de la contaminación en la salud, la OMS rebajó notablemente los niveles de contaminación que se consideran peligrosos. La mayor reducción es la del NO2: hasta ahora, se consideraba que el umbral de seguridad estaba en una exposición anual de 40 microgramos por metro cúbico. Las nuevas directrices lo rebajan hasta 10 microgramos por metro cúbico.
En el caso de las partículas de mayor tamaño, PM10, el umbral se reduce de 20 a 15 microgramos por metro cúbico. Y las partículas pequeñas (PM2,5), la disminución es de 10 a 5. En los próximos meses, la Comisión Europea debe adaptar los umbrales legales, incrementando las exigencias en la calidad del aire. Los topes legales actuales de la UE están muy lejos de los nuevos valores de la Organización Mundial de la Salud: son 40 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico, 40 de PM10, y 25 de las partículas pequeñas en suspensión.
La buena noticia en los datos del primer informe que compila la información sobre contaminación en 2021 en Barcelona es que la ciudad cerró la media del año dentro de los actuales límites de contaminación legales. Es el segundo año consecutivo que ocurre, por la caída del tráfico y la actividad económica debido a la pandemia. Los datos indican, sin embargo, que la ciudad volvió a superarlos entre octubre y diciembre, coincidiendo así con una de las fases de recuperación económica de los dos años de convivencia con el coronavirus.
Esa tendencia de contaminación al alza supone “un riesgo significativo de incumplimiento legislativo en 2022″, alerta el informe de la web sufragada por la Fundación ambiental ENT y que cuenta con una subvención del Ayuntamiento. También señala que el uso del transporte público no ha recuperado los niveles prepandémicos, mientras que el tráfico privado sí: “La covid ha provocado una crisis de confianza en el transporte público. Su uso continuaba a finales de año un 20% por debajo de los valores previos a la pandemia, mientras que los niveles de transporte privado eran similares a los del año 2019″.
Los datos muestran, en el caso del NO2, que el año pasado se saldó de media con 34,3 microgramos por metro cúbico en las estaciones próximas al tráfico (un 2,4% más que en 2020) y 22,2 microgramos en las más lejanas (las de fondo, un 6,3% menos). Pero en el último trimestre se superaron en los dos casos los 40 microgramos por metro cúbico. Las estaciones que mayor contaminación registran son las del Eixample (ubicada en Urgell / València) y la de Gràcia Sant Gervasi (en la plaza de Gal.la Placídia).
Las partículas PM10 registraron una media de 23,7 microgramos por metro cúbico en estaciones de tráfico (aumento del 4% interanual) y 21,2 microgramos por metro cúbico en las de fondo (11% de aumento), respectivamente. Esas partículas grandes también subieron el último mes del año. Sobre las partículas pequeñas (PM2,5) solo hay datos hasta junio, y no se superó el umbral legal en ningún caso.